Hasta 1967 un tren de vía estrecha recorrió parte de la geografía de Gipuzkoa, Alava y Navarra y se le conoció con el nombre del Vasco Navarro. Hoy en día, recuperado parte del trazado como vía verde, es posible realizarlo en bicicleta.
Le proponemos a nuestro sobrino Iñaki y su amigo Gaizka, pasar un par de días de bicicleta recorriendo parte de esta vía verde. Elegimos el tramo que desde Vitoria se dirige hasta Estella.
Los primeros kilómetrtos no entrañan dificultad alguna y vamos dejando atrás viejas estaciones y bonitos bosques.
Pero el antiguo túnel de la Minoria no ha sido recuperado, por lo que para atravesar los montes de Vitoria debemos salvar un fuerte desnivel. Pedaleamos hasta que las piernas dicen basta y empujamos las bicis los últimos metros.
Y tras llegar a arriba, todo lo que queda debiera ser para abajo. Pero eso era la teoría.
Tras el bocata, una partidilla al
comemierda para hacer la digestión.
Atravesamos las poblaciones de Maestu,
con su estación recuperada,
o el pueblo de Apellaniz, hasta llegar a Campezo donde pasaremos la noche.
Una mañana fresquita nos da los buenos días, y tras coger fuerzas con un suculento desayuno...
nos ponemos en marcha.
Vamos dejando atrás campos de cultivo de tabaco, granjas de aves, y el impresionante viaducto de Arquijas.
Poco antes de Acedo, nos internamos en el túnel más largo del recorrido (de casi kilómetro y medio), por suerte está iluminado.
y por fín llegamos a la bonita localidad de Estella. Final de trayecto.
Le proponemos a nuestro sobrino Iñaki y su amigo Gaizka, pasar un par de días de bicicleta recorriendo parte de esta vía verde. Elegimos el tramo que desde Vitoria se dirige hasta Estella.
Los primeros kilómetrtos no entrañan dificultad alguna y vamos dejando atrás viejas estaciones y bonitos bosques.
Pero el antiguo túnel de la Minoria no ha sido recuperado, por lo que para atravesar los montes de Vitoria debemos salvar un fuerte desnivel. Pedaleamos hasta que las piernas dicen basta y empujamos las bicis los últimos metros.
Y tras llegar a arriba, todo lo que queda debiera ser para abajo. Pero eso era la teoría.
Tras el bocata, una partidilla al comemierda para hacer la digestión.
Atravesamos las poblaciones de Maestu,
con su estación recuperada,
o el pueblo de Apellaniz, hasta llegar a Campezo donde pasaremos la noche.
Una mañana fresquita nos da los buenos días, y tras coger fuerzas con un suculento desayuno...
nos ponemos en marcha.
Vamos dejando atrás campos de cultivo de tabaco, granjas de aves, y el impresionante viaducto de Arquijas.
Poco antes de Acedo, nos internamos en el túnel más largo del recorrido (de casi kilómetro y medio), por suerte está iluminado.
y por fín llegamos a la bonita localidad de Estella. Final de trayecto.
